Un hombre y una mujer abrazados es una situación dramática que dispara un mundo poético cargado de infinitas posibilidades.
Nuestra búsqueda del tango esta orientada a bucear estos horizontes potenciando nuestras capacidades expresivas. Desde la danza contemporánea hasta el teatro, utilizamos las herramientas kinéticas que nos acercan en esta dirección sin atarnos a ninguna de ellas.
Desde este lugar, la técnica del tango escencialmente, nos permite materializar estas escenas teniendo claramente en cuenta, que no nos interesan los despliegues acrobáticos ni fantásticos; sino la difícil tarea de ser, estar y habitar nuestro universo emotivo, sabiendo así, que es la única manera de ser auténticos con nuestro arte.
Nuestra identidad no está sostenida en una respuesta sino en nuestra forma de preguntarnos y en los contenidos de nuestras preguntas.
...y acá estamos, arriesgándonos a este abismo que es el arte, con la profunda convicción que vibramos en un lugar vital.
